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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINEl consejero asturiano de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, ha entregado días atrás las placas distintivas a los primeros 21 establecimientos que han obtenido la nueva marca de calidad turística que ha puesto en marcha el Principado, Sidrerías de Asturias-Calidad Natural.
El acto, celebrado en Fitur, también contó con la participación del director general de Comercio y Turismo, Julio González Zapico; el vicepresidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias (Otea), Javier Martínez, y el presidente de la DOP Sidra de Asturias, Celestino Cortina, así como de representantes de los establecimientos que integran las otras tres certificaciones impulsadas por el Ejecutivo para fomentar el turismo de calidad.
Con la incorporación de estas 21 sidrerías, ya son 154 los establecimientos integrados en las marcas de calidad del Principado: Casonas de Asturias, Aldeas, Mesas de Asturias-Excelencia Gastronómica, y Sidrerías de Asturias-Calidad Natural.
Francisco Blanco ha subrayado durante el acto la apuesta del Gobierno autonómico por impulsar la calidad de la oferta turística para convertir Asturias en un destino singular de calidad diferencial. Según ha destacado, la calidad constituye un elemento clave para la mejora de la competitividad de las empresas y generar mayor rentabilidad.
Para el consejero, este nuevo distintivo pondrá de relieve la importancia de un segmento de la restauración que responde a la cultura tradicional del territorio y supone un elemento diferencial de la oferta turística de la comunidad.
Los establecimientos con esta marca ofrecen sidra con denominación de origen protegida y cuentan con personal para el escanciado manual. Asimismo, su oferta gastronómica incluye, al menos, un 70% de platos nombrados con referencias a la cultura e identidad asturiana y emplean, como mínimo, un 50% de productos regionales.
Asturias fue pionera en España al lanzar, en 1994, la primera marca de calidad diferenciada, Casonas Asturianas, dirigida a hoteles rurales cuya principal característica es la arquitectura tradicional.
Estos alojamientos deben cumplir unos parámetros de excelencia en sus instalaciones y servicios. En 2002, se creó Mesas de Asturias-Excelencia Gastronómica, en la que se integraron restaurantes con un mínimo de cuatro años de experiencia; una carta con, al menos, un 50% de platos con denominación regional, y un 20% de productos asturianos. Un año más tarde nació Aldeas de Asturias–Calidad Rural, que contribuye a la mejora de un segmento de alojamiento rural, casas de aldea y apartamentos, con arquitectura, ubicación y servicios singulares.
Estas estas marcas se han convertido en modelos referentes, que se extendieron por multitud de territorios bajo distintas denominaciones.
Expreso. Redacción. J.R
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