En 1990 abría el asador Etxebarri habiendo aprendido a cocinar de forma autodidacta. Muchos lo consideran el creador de la alta cocina de la parrilla, y Food & Wine lo llamó “el genio asador de España”. ¿Su gran aportación?  Empezó a sustituir el clásico carbón vegetal por sus propias brasas de leña de encina, sarmiento, olivo, etc., brasas mucho más aromáticas, naturales y dietéticas, utilizando unas u otras dependiendo del producto a cocinar.

Ha inventado la parrilla de varillas de acero inoxidable extraíbles para cocinar con la máxima pulcritud y efectividad, sartenes agujereadas con láser, sartenes de rejilla de acero, la parrilla doble con doble brasa y multitud de instrumentos que nunca habían existido.

Ha incorporado nuevos conceptos en las cocciones y asado productos que nadie había pensado que se podían cocinar en la brasa (angulas, huevos, arroz…), todo ello en aras de preservar los sabores, manjarosidad, jugosidad, etc.

Solo trabaja el producto excelso, único y casi imposible de conseguir. 

Todo este trabajo le ha valido al asador Etxebarri una estrella Michelin, tres soles Repsol, y la entrada en 2008 en la lista de los 50 mejores restaurantes de la revista Restaurant, publicación británica que lo reconoció como mejor asador del mundo en 2013, y que en 2016 lo encumbró al puesto número 10 de su afamada lista.

El restaurante 

En un valle recóndito del País Vasco, a menos de media hora de Bilbao, se encuentra el Asador Etxebarri, un caserío de vestido de piedra de cuyas paredes emana el olor a brasas característico de los lugares rurales y que el cocinero, que nació a menos de un kilómetro de este lugar, ha querido plasmar en su carta. 

En su interior la decoración es sencilla, rústica pero cuidada, los comedores son amplios y el ambiente es relajado, se respira aire de campo. Dispone de terraza exterior cómoda y agradable para tomar algo. El personal es atento y la carta de vinos excelente.