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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINEn Maison Krug cada Vintage conmemora el carácter distintivo de un año en particular, siendo el resultado de la mezcla única de los vinos más expresivos de ese periodo y saliendo ensalzado tras más de diez años de letargo en bodegas.
Cada Krug Vintage tiene personalidad propia: es la expresión musical interpretada por Krug en un año en particular. Celebrar la generosidad de la naturaleza a través de una declaración como un Krug Vintage ha supuesto siempre un indiscutible desafío desde que Joseph Krug fundó la Maison en 1843. Krug 2006 encarna esta quimera, la deleitable historia de un año indulgente y lleno de contrastes bautizada como “Caprichosa Indulgencia”.
Cuando Joseph Krug empezó a escribir la tradición de esta centenaria Maison se vio impulsado por su propia creencia de que la verdadera esencia del Champagne es el placer en sí mismo. Su máximo designio desde el primer día fue ofrecer el mejor Champagne con independencia de las variaciones climáticas año tras año. Joseph descolló todo límite en la creación del Champagne instituyendo una Maison donde todos los Champagnes responderían al mismo nivel de distinción.
En 1948 refirió en su cuaderno personal “una buena Maison sólo debería crear dos Champagnes de la misma calidad”, el número 1, más tarde conocido como Krug Grande Cuvée, y el número 2, el champagne de las circunstancias, conocido como Krug Vintage.
CAPRICHOSA INDULGENCIA
La de Krug 2006 es una historia de indulgencia y distinción, apodada “Caprichosa Indulgencia” por Maison. Desde el punto de vista de Krug, 2006 dio a luz un clásico y solemne champagne, generoso en su intensidad de aromas, con un final de grandeza en el paladar.
Para relatar su composición, una selección de vinos de parcelas de Pinot Noir conjetura la mitad de su mezcla (45%), la mayoría procedente de las zonas de Montagne de Reims Norte, Sur y Les Riceys. La madurez de los Chardonnays (35%) adiciona cuerpo y opulencia, mientras que los Meuniers (20%) de Leuvrigny y Sainte-Gemme tensión y longitud.
El perfil aromático y expresivo de Krug 2006 se adquiere después de 12 años de plácida quietud en bodegas, ganando en tiempo equilibrio y sutileza. A primera vista, un penetrante dorado; en nariz, una expresiva fruta amarilla y seca, almendras tostadas, avellana, jarabe de arce, merengue y licor de mandarina. En boca, una sensación profunda, amplia y fresca con persistencia aromática y notas de turrón, tarta de frangipane y cítricos, con un afable acabado en piel de uva rosa. La composición melodiosa de 2006 es virtuosa, enardecida, envolvente y del vigor de “Verano” de Vivaldi o ”Omen” de The Dø.
Krug 2006 posee todos los talantes para ser maridado con cualquier manjar y como le acontece a todo Champagne Krug, con el paso del tiempo Krug 2006 ganará en linaje y complejidad.
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