Los cosmocéuticos son productos cosméticos que cumplen funciones terapéuticas o farmacológicas, y aunque sean de aplicación tópica y persigan un fin estético, son sustancias altamente activas que por sus características bioquímicas y su potente acción sobre el tejido cutáneo, se aproximan a la categoría de fármacos. En síntesis, los cosmocéuticos son el resultado de combinar ingredientes biológicamente activos —algunos muy conocidos— que son capaces, entre otras cosas, de mantener la piel tersa y luminosa. 

Para quienes confían en los remedios tradicionales, basta decir esto: la vitamina C, contenida en los cítricos, es uno de esos ingredientes esenciales. De hecho, la “reina de los antioxidantes” casi siempre se encuentra presente en productos para tratar el envejecimiento epidérmico. La soja, la granada, las semillas de las uvas, la camomila, la curcumina, la alantoína y el áloe, entre otros, también se emplean en los cosmocéuticos. Hay cosmocéuticos para combatir el acné y la caída del cabello.

Asimismo, las populares cremas hidratantes con protección solar son otro tipo de cosmocéutico muy recomendado como parte esencial, e imprescindible, de cualquier ritual de belleza. Siempre aplicadas en una capa delgada, no debajo, sino sobre el maquillaje, para garantizar el efecto idóneo.  

Sin embargo, nadie como el dermatólogo o el esteticista para recomendar los que necesitemos. Consultar a los especialistas es la primera recomendación.

De cualquier manera, esta alternativa está ya posicionada a nivel internacional, entre actrices y celebridades, como la mejor solución cosmética. ¿Algunos nombres? Los de dos pioneras de la cosmocéutica: Madonna y Jane Seymour. Las dos rebasan los cincuenta, aunque nadie lo diría.  

Fuente: Azureazure.com